Para los cibernautas el término Copyleft puede resultar más que familiar. Para el común de las personas, que sólo nos remitimos a utilizar Internet para algunos momentos de ocio, la palabra Copyleft no nos es tan natural, de hecho, creo que muchos nunca la habían oído… hasta ahora. Es por ello que a través de las siguientes líneas intentare dar a conocer las principales características de este mecanismo para regular la tecnología, llamado licencias copyleft de Creative Commons.
Copyleft, también conocida como copia permitida, hace alusión a un conjunto de derechos que se pueden aplicar a diversos trabajos de arte, cultura y hasta programas informáticos, es decir, cualquier tipo de producción creativa. “Creative Commons y sus licencias son una respuesta a la rigidez del 'copyright' tradicional, aunque no es contrario a él, sino que lo complementan”[1]. Es decir, con las licencias Creative Commons es el autor quien decide qué derechos de su obra se reserva y cuáles no.
El concepto nace en la década del ’70 cuando Richard Stallman elaboraba “un intérprete de Lisp que interesó a la compañía Symbolics, éste accedió a proporcionarles una versión del intérprete bajo dominio público, sin restricciones iniciales. Con el pasar del tiempo la empresa amplió y mejoró el software original, pero cuando Stallman quiso acceder a dichas modificaciones, la compañía se negó”[2]. Debido a esto Stallman ideó su propia licencia de derechos de autor llamada Licencia Pública General de GNU. Con esta licencia se buscaba que los programas gozaran de plena libertad al ponerlos en dominio público y sin derechos reservados.
De esta manera copyleft, unida al software libre, se convirtió en la primera licencia que entrega al autor la plena libertad de elección de protección, libertad de copia, modificación y circulación de sus obras, lo que permite gran difusión cultural y además el reconocimiento ideológico y económico a los autores de las publicaciones.
Es así como estas licencias permiten a los autores difundir gran parte de sus obras a un número notable de personas, las que pueden modificarlas sin que se le desconozca la autoría al creador inicial.
La utilización de estas licencias es muy simple. Lo que se debe hacer primero es elegir la licencia más adecuada para el trabajo que se publicará, luego Creative Commons entrega una copia estándar del documento requerido el cual se encuentra en tres versiones: una en lenguaje jurídico, otra el lenguaje común y una última en versión html que facilita la labor de quienes buscan en la web contenidos con esta licencia.
En definitiva las licencias CC constituyen una de las iniciativas más importantes a nivel internacional que pone a disposición de artistas, autores, compositores y creadores en general, un conjunto de licencias flexibles dirigidas a establecer un sano equilibrio entre los derechos de autor y el acceso a la cultura, aprovechando el potencial de Internet y de las nuevas tecnologías digitales en la difusión de la información y del conocimiento.
Copyleft, también conocida como copia permitida, hace alusión a un conjunto de derechos que se pueden aplicar a diversos trabajos de arte, cultura y hasta programas informáticos, es decir, cualquier tipo de producción creativa. “Creative Commons y sus licencias son una respuesta a la rigidez del 'copyright' tradicional, aunque no es contrario a él, sino que lo complementan”[1]. Es decir, con las licencias Creative Commons es el autor quien decide qué derechos de su obra se reserva y cuáles no.
El concepto nace en la década del ’70 cuando Richard Stallman elaboraba “un intérprete de Lisp que interesó a la compañía Symbolics, éste accedió a proporcionarles una versión del intérprete bajo dominio público, sin restricciones iniciales. Con el pasar del tiempo la empresa amplió y mejoró el software original, pero cuando Stallman quiso acceder a dichas modificaciones, la compañía se negó”[2]. Debido a esto Stallman ideó su propia licencia de derechos de autor llamada Licencia Pública General de GNU. Con esta licencia se buscaba que los programas gozaran de plena libertad al ponerlos en dominio público y sin derechos reservados.
De esta manera copyleft, unida al software libre, se convirtió en la primera licencia que entrega al autor la plena libertad de elección de protección, libertad de copia, modificación y circulación de sus obras, lo que permite gran difusión cultural y además el reconocimiento ideológico y económico a los autores de las publicaciones.
Es así como estas licencias permiten a los autores difundir gran parte de sus obras a un número notable de personas, las que pueden modificarlas sin que se le desconozca la autoría al creador inicial.
La utilización de estas licencias es muy simple. Lo que se debe hacer primero es elegir la licencia más adecuada para el trabajo que se publicará, luego Creative Commons entrega una copia estándar del documento requerido el cual se encuentra en tres versiones: una en lenguaje jurídico, otra el lenguaje común y una última en versión html que facilita la labor de quienes buscan en la web contenidos con esta licencia.
En definitiva las licencias CC constituyen una de las iniciativas más importantes a nivel internacional que pone a disposición de artistas, autores, compositores y creadores en general, un conjunto de licencias flexibles dirigidas a establecer un sano equilibrio entre los derechos de autor y el acceso a la cultura, aprovechando el potencial de Internet y de las nuevas tecnologías digitales en la difusión de la información y del conocimiento.
[1] http://www.elmundo.es/navegante/2005/01/28/cultura/1106917029.html
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Copyleft